El voluntariado corporativo, un rédito para la empresa
Data: 02.01.2011 | Iturria: lasprovincias.es
Dos de cada tres compañías de más de 500 empleados realiza labores solidarias, una tendencia a la que cada vez se unen más empresas, sobre todo bancos y operadoras de telecomunicación
Las acciones corporativas a favor de los colectivos más desfavorecidos también sirven para fomentar el orgullo de pertenencia a la empresa.  
El voluntariado corporativo ha llegado tarde a nuestro país, pero se impone con fuerza. Desde hace unos pocos años, crece el número de empresas que dedica una parte de sus recursos, y de la jornada laboral de la plantilla, a realizar su actividad en beneficio de la sociedad. Pueden ser cursos de cocina -si la empresa es de restauración-, de conservación de la flora o la fauna, de tipo cultural, etcétera

Durante este año, el 65% de las empresas de más de 500 empleados ha desarrollado algún tipo de iniciativa de voluntariado corporativo. Así se desprende del "Informe del voluntariado corporativo en España 2010", realizado por Cooperación Internacional ONG e IESE Business School, en el marco del Observatorio de Voluntariado Corporativo.
Del estudio se desprende que son los bancos, las "telecos" y las empresas de alimentación las que más están desarrollando actividades de voluntariado corporativo. Los vientos de crisis modificaron el ránking recogido por el Observatorio en 2009, porque el año pasado era el sector de la construcción el que ocupaba el primer puesto, tanto en actividades como en recursos dedicados a voluntariado, cuando ahora se ha descolgado hasta el séptimo puesto

Orgullo y habilidad

¿Qué razones llevan a las compañías a realizar labores de voluntariado corporativo? Es evidente que las actividades de las empresas en favor de causas solidarias benefician a la sociedad, pero, ¿qué contrapartidas tienen para las compañías? Icíar Lumbreras, directora ejecutiva del Observatorio del Voluntariado Corporativo y directora de RSC de Cooperación Internacional ONG -las entidades que han realizado el informe- señala dos objetivos fundamentales que impulsan a los empresarios a lanzarse a realizar labores de voluntariado corporativo

Por un lado, estas actividades fomentan el «orgullo de pertenencia» y ayudan a potenciar algunas habilidades de los empleados. Pero también son beneficiosas para la imagen externa de la empresa, «sobre todo, en cuanto a captación del talento», afirma la responsable de Cooperación Internacional ONG, ya que «en nuestra sociedad, el capital humano es el mayor valor y ese capital humano exige este tipo de acciones». Lumbreras pone de ejemplo a los jóvenes, que valoran especialmente este tipo de iniciativas, y que ven con muy buenos ojos a una empresa que realiza labores de voluntariado corporativo. «Al final, las empresas funcionan con personas», añade

Precisamente, la buena acogida -o no- de la plantilla a estas acciones de voluntariado corporativo es lo que más preocupa a las empresas a la hora de plantearse iniciar labores solidarias. Entre otras cosas, porque algunas empresas desarrollan estas labores fuera de la jornada laboral, quitando tiempo de su vida personal a los empleados. «A veces, sobre todo cuando empiezan con estas acciones, la respuesta de la plantilla es baja. Sin embargo, esto es un proceso continuo y, poco a poco, va ganando fuerza», asegura Lumbreras

Cultura de la empresa

Y es que el voluntariado corporativo debe integrarse en la cultura de la empresa. «De ese modo, los empleados ven que es algo continuo y no un hecho puntual», añade la experta. Sin embargo, a la hora de animar a los empleados a ocupar parte de su tiempo -ya sea dentro de la jornada laboral o fuera de ella- a acciones de voluntariado es el boca a boca. «Es lo que, al final, funciona mejor», afirma Icíar Lumbreras.

Pero los tiempos de crisis son malos para todos, incluso para las buenas acciones. Según el informe del Observatorio de Voluntariado Corporativo, el 60% de las empresas que no realiza acciones de voluntariado manifiesta como razón tener otras prioridades, «lo que puede considerarse un claro indicador de la situación económica que atraviesa el país», dicen los autores del informe

Icíar Lumbreras pone el acento en la paradoja que, precisamente, la mala situación económica ha creado en el voluntariado corporativo. Por un lado, el 96% de las empresas valora como excelentes sus acciones de voluntariado corporativo, pero más de la mitad va a invertir menos de 10.000 euros en estas iniciativas. «Es un punto que hay que mejorar y trabajar», añade Lumbreras

Jóvenes en la cocina

Según el informe, el tipo de beneficiario al que se dirigen las acciones de voluntariado de las empresas es son, principalmente, infancia y juventud -63%-, discapacitados -54%- e inmigración -34%-.
Precisamente, el grupo de hostelería Tragaluz ha ganado recientemente el galardón de Voluntariado Corporativo en los XIV Premios Codespa, cuyo presidente de honor es el Príncipe de Asturias, por hacer posible el proyecto de voluntariado corporativo que trata de apoyar a jóvenes de bajos recursos, en riesgo de exclusión, ayudándoles a formarse profesionalmente en el negocio de la hostelería y la restauración

«Se trata de inmigrantes o chavales que han llegado en patera y que es difícil que entren en el mundo laboral», indica Paula Ostina, directora de la Fundación Tragaluz. José Santiago, jefe de cocina, organiza cursos de formación y se les da trabajo dentro del grupo, donde siempre necesitan gente. La disposición de estos jóvenes hacia el trabajo es enormemente positiva. «Son los más agradecidos. No reniegan, por ejemplo, de los horarios, como sí ocurre con muchos chicos que vienen de la escuela de hostelería. Son impecables», asegura Ostina

El grupo Tragaluz, dueño, entre otros muchos establecimientos, del barcelonés Hotel Omm, lleva cinco años poniendo en práctica este programa de voluntariado corporativo. Los cursos duran dos semanas, pero ya están pensando en ampliar este tiempo, para que estos chicos vayan más preparados.
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