Ayudar es bueno para la salud
Fecha: 18.12.2006 | Fuente: larazon.es
Angelines, con 80 años, colabora con la Asociación Retina y dice que gracias a ello ha salido de una depresión - Cada vez más personas se hacen voluntarias por recomendación del psicólogo
Angelines, de 80 años, acude todos los martes y jueves por la tarde a colaborar en la Asociación Retina, organización de personas con baja visión  

Alejandra Clements.

 Cuando Angelines se casó, dejó su trabajo como dependienta para dedicarse a cuidar a su familia. Años más tarde, el nido se fue quedando vacío. Tras la muerte de su marido, cayó en una pequeña depresión. «No tenía ganas de hacer nada y estaba todo el día en casa. Así que mi hijo me empujó a salir. Me dijo: «tienes que ir a la asociación. Allí necesitan ayuda y tú tienes que hacer algo». Desde ese día, Angelines es, a sus 80 años, una más de los miles de voluntarios que, en Madrid, prestan parte de su tiempo a los demás. Las tardes de sus martes y jueves están reservadas para la Asociación Retina Madrid, una organización de personas afectadas por baja visión.

Angelines acude al centro de la asociación y allí se convierte en los ojos de los demás: «atiendo al teléfono y anoto los recados, acompaño a los asociados a pasear, copio los libros de actas... les ayudo en tareas que a ellos, por su baja visión, les resultan muy complicadas».

Su ayuda es importante; tanto como las de otros madrileños que acuden a colaborar a alguna de las 175 asociaciones que hay en Madrid. Cualquier esfuerzo es poco y, con esta intención, la Concejalía de Empleo y Servicios a la Ciudadanía del Ayuntamiento de Madrid ha abierto un canal de comunicación entre asociaciones y voluntarios.

Se acaban de abrir tres centros de voluntariado en tres distritos de la capital: Centro, Vicálvaro y Puente de Vallecas. Está previsto que se pongan en marcha otros tres en pocos meses, los de Tetuán, Moratalaz y Ciudad Lineal, y entre este año y el próximo, cada distrito contará con uno: un punto al que acudir y que conectará a quienes quieren prestar tiempo con las personas que necesitan ayuda.


«En una ciudad abierta y solidaria como Madrid, había que canalizar la ayuda de manera que estuviera pegada al territorio», explica la concejal de Empleo y Servicios a la Ciudadanía, Ana Botella. Además, la formación de los voluntarios tiene una gran importancia. Por eso hay una escuela de voluntariado en la que se imparten tres tipos de cursos. Para empezar, todos deben superar el básico que dura tres días y durante los dos primeros se detalla a los alumnos la ley de derechos y deberes para que conozcan su situación legal.

El perfil es que no hay perfil

«Vienen personas de todo tipo: desde los 18 años en adelante... además, son de lo más variopintos: extranjeros, españoles...», explica Raúl Vara, responsable del punto de voluntariado del distrito centro. Aunque reconoce que hay más mujeres que hombres y más mayores que jóvenes. Es decir, el perfil más voluntario es el de una mujer de entre 40 y 50 años.

Una de las cuestiones más curiosas que han observado quienes se dedican a estas cuestiones desde hace años es que muchos voluntarios llegan desde la consulta de sus psicólogos. Ayudar a los demás como parte de la terapia. Muchos recomiendan sus beneficios.

Y, entre ellos, Angelines. Ahora, con su vida renovada, se alegra de la decisión de dedicarle tiempo al voluntariado. El resto de las tardes: café con amigas, cine, tomar algo. «¿Y los domingos? Bueno, algún día tengo que quedarme en casa y descansar un poco de tanto ajetreo...», confiesa entre risas. «La verdad, me siento tan feliz que no lo dejo».

URLs relacionadas