La villa había vivido un atardecer del viernes ajetreado
con las actividades del "Beasain Elkar Lanean", uno de cuyos actos, el
del encierrillo, atestó la calle de pequeños que se desfogaron corriendo
delante de los "morlacos".
Pero volviendo a la mañana sabatina, el paseo de las
Pérgolas, con la complicidad perfecta de la meteorología, acogía al
voluntariado local en acción; se había convertido en el escaparate de
sus actividades a través de dieciséis stands.
Nagusilan vendía su trabajo de ayuda a la tercera edad. «Necesitamos voluntarios y sobre todo mujeres», decían.
Cruz Roja exhibía parte de su material mientras en el
stand de la Asociación de Lucha contra el Cáncer invitaban a los
paseantes a realizarse una serie de pruebas.
Otras oenegés mostraban su trabajo al otro lado del charco o en el continente africano, que era el caso de Herriak Elkar Lanean.
Los jubilados mostraban parte de las joyas de sus
talleres de manualidades mientras en el stand de Manos Unidas o en el de
la Pastoral de la Salud se daba a conocer la labor de estos entes muy
cercanos a los beasaindarras.
La tortilla de Asmube
Entre la música y el buen ambiente llegaba el concurso de
tortilla de patata. Cada entidad presentó su "particular" tortilla, que
fue catada por los chefs de varios restaurantes de la villa y el propio
presidente de Bienestar Social, Iñaki Saldaña.
La ganadora, la que mayor puntuación obtuvo, fue la
presentada por Asmube y cocinada por su presidenta. A la pregunta sobre
el secreto de la receta, Mª Jesús Auzmendi decía que, entre otros,
residía en utilizar «los huevos frescos, en este caso de las gallinas
del caserío Murugoene "Mune"».