El voluntariado será " práctica obligatoria" en la Secundaria de los Países bajos.
Fecha: 27.08.2010 | Fuente: escolescompromeses.org
Los holandeses deberán cursar entre 48 y 72 horas de asistencia a la comunidad. La iniciativa persigue combinar la educación con la cohesión social. En España 27 ayuntamientos ya ofrecen aprendizaje-servicio.
Adriaan Vonk. Foto: Escuela.  

LOLA GARCÍA-AJOFRÍN - Se podría decir que es un dos en uno. Una práctica educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad. El ‘aprendizaje- servicio’, una práctica cada vez más asentada en los Estados Unidos, ha comenzado a cuajar en el viejo continente. La peculiaridad de esta iniciativa es que no se trata exclusivamente de voluntariado, sino que está vinculada al currículo escolar. En Norteamérica un 24% de las escuelas ya oferta aprendizaje-servicio a los estudiantes y hasta un 68% ofrece servicios a la comunidad. El presidente, Barack Obama, pretende extenderlo a todo el territorio a través de 50 horas anuales de prácticas durante el curso escolar o el verano. Algo similar es lo que planea hacer Holanda a partir del curso 2011-2012.

“Aquí tenemos la ley; allí, los criterios de calidad que esperamos tener en un futuro”, advierte Adriaan Vonk, una especie de embajador del aprendizaje-servicio y uno de los responsables de que la iniciativa haya tomado forma en los centros educativos holandeses. A través del Centro para el Desarrollo Social de Holanda, MOVISIE, donde trabaja como asesor, Vonk se encarga de dar apoyo a la nueva estructura nacional en la que llevan trabajando cuatro años y que se pondrá en marcha en solo unos meses. Para Vonk, tan importante como la obligatoriedad de la norma es que la práctica no se limite a un voluntariado forzoso, sino que “las labores se adecuen al currículo establecido, como ya hace Estados Unidos”.

En Holanda, el Gobierno introdujo en 2007 una ley a fi n de implantar el aprendizaje-servicio en el currículo de Secundaria, aunque ya había establecido diez proyectos piloto en 2003; y entre 2004 y 2006 el 60% de las escuelas utilizaba financiación pública para empezar a experimentar en este campo. El objetivo era “ayudar a los jóvenes a desarrollar las habilidades necesarias para participar en la sociedad”, recuerda Adriaan Vonk. Desde entonces, en el país ya se han llevado a cabo algunas actividades en esta línea; y aunque su obligatoriedad no se hará efectiva hasta 2011, prácticamente la totalidad de los centros holandeses ya se han implicado en el proyecto de un modo u otro. En concreto, en la actualidad un 97% de las escuelas participa en el aprendizaje-servicio y un 80% de los estudiantes. Además, se llevan a cabo la mitad de las horas de aprendizaje-servicio previstas; y un 60% de los ayuntamientos dispone de un intermediario para suplir la demanda.

Como ejemplo, Vonk destaca el debate entre varios políticos locales y un instituto representado por dos estudiantes durante las pasadas elecciones locales de Holanda; o las prácticas de alfabetización digital a ancianos, a los que los jóvenes enseñan a utilizar el e-mail o el móvil; las actividades para niños; y los proyectos naturales, como plantación de árboles, que enseñan a los niños al mismo tiempo a conocer y respetar la naturaleza. Diversas posibilidades, puesto que, “aunque se trata de una práctica obligatoria, los estudiantes pueden elegir el proyecto que desean realizar”, especifica el asesor holandés.


PRÁCTICAS OBLIGATORIAS

Solo la suma de horas es fija para todos. Vonk explica que el número de 72 horas en el currículo de Secundaria de Holanda es el resultado de una larga discusión sobre los efectos de estas prácticas en la gente joven. En un principio la propuesta fue dedicar un período de tres meses de servicio a la comunidad. Y “después de diversas negociaciones”, el Gobierno holandés estableció este tiempo de prácticas, que se refiere a un día a la semana por un período de tres meses, comenta el asesor. “Son prácticas obligatorias pero no remuneradas”, subraya. La mayor parte del dinero obtenido de la participación de los chavales va directamente a los colegios, que son responsables de la implantación del currículo y de la preparación, ejecución y evaluación del aprendizaje-servicio de cada estudiante. Además, el Centro MOVISIE, en el que participa Vonk, recibe financiación de dos ministerios para el apoyo de otras partes: gobiernos locales, ONG y organizaciones locales de apoyo.


APRENDIZAJE-SERVICIO EN ESPAÑA

Pero Holanda no es el único país europeo en el que se está desarrollando el aprendizaje-servicio en los últimos años. Aunque éste destaca por la obligatoriedad de la norma, otros, como Reino Unido, también muestra algunos ejemplos; así como España. ESCUELA ha estado con una de las personas que más sabe de este tema en nuestro país, Roser Batlle, miembro de la Asociación Ashoka Emprendedores Sociales. Se define a sí misma como “la persona que está predicando el aprendizaje-servicio en España” y, hasta ahora, su labor está teniendo sus frutos. Ya son 27 ayuntamientos españoles los que han impulsado prácticas de aprendizaje-servicio como estrategia de “mejora del éxito escolar y la cohesión social” en el municipio. Destacan actividades como el programa ‘Haz que todos lo podamos celebrar’, donde los jóvenes organizan una campaña de recogida de alimentos para los más necesitados y mediante el cual descubren contenidos curriculares sobre alimentación, pobreza, exclusión social, así como a ser más solidarios y a trabajar en equipo; el proyecto ‘Conecta joven’, en el que a fi n de superar la brecha digital los más pequeños enseñan contenidos informáticos a los más mayores, de manera similar al que ya se lleva a cabo en Holanda, y la actividad ‘Adopta un río’, donde los jóvenes se comprometen a  proteger un tramo de un río, una balsa o un canal, lo que sirve para que profundicen en el conocimiento natural pero también para que se sensibilicen respecto a la degradación.

En esta línea, Roser Batlle destaca el estrecho vínculo entre el aprendizaje-servicio y la Educación para la Ciudadanía, que permitiría evitar algunas dolencias de la forma en la que en su opinión se está impartiendo la asignatura, y que supone una “fragmentación del aprendizaje”: En la actualidad “el joven va a la escuela para ser más sabio; y a la ONG para ser más bueno”, critica Batlle. Con el aprendizaje servicio integrado dentro de la asignatura EpC “se solventaría este problema”, reconoce. Primero porque “el verdadero éxito de la educación consiste en formar buenos ciudadanos capaces de mejorar la sociedad y no solo su currículo personal”, añade; segundo, los jóvenes del futuro “son ya ciudadanos capaces de provocar cambios en su entorno”, recuerda; y tercero, que además de un servicio a la comunidad, “ayudar a los otros es uno de los métodos de aprendizaje más eficaces”, porque los alumnos encuentran sentido a lo que estudian cuando aplican los conocimientos aprendidos a través de una práctica solidaria, reconoce.

Algunos de los municipios que ya han puesto en marcha este tipo de proyectos son, en Cataluña, Mataró, Sant Vicenç del Horts o L’Hospitalet de Llobregat, donde el ayuntamiento promueve el aprendizaje-servicio a través de recursos, formación,

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