"Me cuesta aprender a no preocuparme por los demás"
Fecha: 19.03.2012 | Fuente: www.lavoz.com.ar
Paola Castellino es voluntaria en un comedor y en un hogar para mamás embarazadas. Tiene una hija y un trabajo. "Con el voluntariado aprendí a valorar más lo que tengo", dice.
Vehemente. Paola busca donaciones para el comedor Madre Sierra (Raimundo Viñuelas/La Voz).  

Paola Castellino (38) es voluntaria del comedor Madre Sierra, que brinda la copa de leche a niños de escasos recursos que viven en los barrios Villa La Sierra, IPV y Costa Canal en la zona norte de la ciudad de Córdoba.

Curiosamente, este voluntariado apareció en su vida gracias a otro que realiza desde 2007 en el Hogar de María Madre Teresa de Calcuta en Alto Alberdi, donde asisten a mujeres embarazadas, muchas de ellas adolescentes en situación de riesgo. Como es profesora de folclore, comenzó dando clases de danza, pero después se ocupó de la biblioteca.

“Ahora doy clases de computación y también un taller de literatura”, relata. Ella recuerda que una vez le tocó cuidar un fin de semana a un bebé de una mamá de 14 años que estaba con problemas mentales y no lo quería amamantar. “El bebé dormía en mis brazos y me afectó mucho verlo así, tan desprotegido”, confiesa.

Le contó a un amigo, Carlos, quien la intimó: “Tenés que dejar de trabajar en ese hogar porque te vas a terminar enfermando. Estamos necesitando donaciones para un comedor en Villa La Sierra”.

Pero no sólo mantuvo el voluntariado en el hogar, sino que se sumó como gestora de donaciones en el comedor Madre Sierra ubicado cerca del Club Atalaya y antes de barrio IPV.

La primera vez que a su amigo le llevó libros, ropa y alimentos para el comedor, él le respondió que estaban necesitando una cocina.

“Y pensé: ‘Me está pidiendo una como si fuera un caramelo’. ¿Dónde la voy a conseguir? En la parada de ómnibus de regreso a casa, me acordé de un matrimonio que tenía que cambiar una porque se le había roto el horno después de una inundación que hubo en Argüello. Lo llamé y le dije yo les regalo la mía y ustedes me donan la suya para el comedor”, señala. Y así lo logró. Después consiguió dos más y una garrafa”, agrega entusiasmada.

“Una de las cosas que más me impactó cuando llegamos con mi hija fue el recibimiento de los chicos. Nos sentamos a tomar mate y charlamos. Me siento muy contenida por ellos, son como mi familia”, reconoce. Su hija, Itatí, la acompaña siempre y juega con los chicos del comedor. “Lo que me cuesta aprender es a no preocuparme todo el tiempo sobre lo que les pasa a los demás”, confiesa.

A través de la Fundación Navidad consiguió 600 litros de leche larga vida, también 50 kilos de harina y 50 litros de leche en polvo gracias a la fundación Alma. A través de unos amigos logró además que hicieran la instalación eléctrica en el comedor.

Tenaz y vehemente. Paola trabaja como bibliotecaria en el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) desde 1996, está separada y vive con su hija Itatí en Alberdi.

“Cuando uno tiene ganas de hacer algo lo hace y listo”, dice convencida. Sus compañeros de trabajo y también los vecinos de barrio Mercantil donde nació le dicen que es igual a su papá, José, por su tenacidad y vehemencia. “Él trabajaba como jefe de personal en la Fuerza Aérea y siempre participaba en todas las movidas barriales”, señala.

“Me dicen que soy buena pero también que soy una demente”, ironiza. Paola reparte su escaso tiempo entre su trabajo, la crianza de su hija y los dos voluntariados. Al del hogar le destina unas 10 horas semanales y los fines de semana va a trabajar al comedor de Villa Sierra. “Con el voluntario aprendí a valorar más las cosas que tengo”, finaliza.

Para ayudar

Madre Sierra. El comedor creado hace 12 años pertenece al Oratorio Mariano, congregación católica con sede en Chile que también trabaja en Córdoba.

Dónde. El comedor funciona en Villa La Sierra, cerca del club Atalaya y antes del barrio IPV, en la zona norte de la ciudad de Córdoba. Está a cargo de la hermana María Jacqueline.

Asistencia. El comedor brinda la copa de leche a unos 100 niños entre 1 y 11 años que viven en los barrios Villa La Sierra, IPV y Costa Canal. En el futuro, les gustaría brindar también el almuerzo para todos los niños.

Qué necesitan. Más donaciones de particulares y empresas para hacer posible este sueño. No obstante, son urgentes leche larga vida, azúcar, harina, chocolate, galletas y alfajores. También tablones de madera, bancos, caños de agua para el baño y armarios, (0351) 155-137317 y 152-570606.

Madres adolescentes. Asociación civil Hogar de María “Madre Teresa de Calcuta”, Paso de Los Andes 242, (0351) 155-115759, o al (0351) 422-5647.

Sugerencias. Si conocés a alguien que dona su tiempo para ayudar a los demás, escribinos a ciudadanos@lavozdelinterior.com.ar