Chile - La sociedad civil: desafíos
Fecha: 07.08.2006 | Fuente: portalciudadano.c
Chile es el país con mayor participación del voluntariado en Latinoamérica
Foto: Marcela Fajardo  
Nuestro país tiene el privilegio de contar con un número importante de personas que trabajan voluntariamente en el sector sin fines de lucro. Chilenas y chilenos dispuestos a involucrarse activamente en la cuestión social, y aportar con sus habilidades y experiencias a la búsqueda de un país más solidario, inclusivo y socialmente responsable.

Como describe el "Estudio comparativo del sector sin fines de lucro", en Chile un promedio del siete por ciento de la población adulta aportó durante 2004 parte de su tiempo al trabajo voluntario, lo que equivale a 143 mil trabajos de tiempo completo (2,3 por ciento de la población económicamente activa). Por si fuera poco, resalta que Chile es el país con mayor participación del voluntariado en Latinoamérica, incluso por sobre los países desarrollados.

Lejos de dejarnos conformes, este escenario favorable nos impone una nueva meta como sociedad civil: aumentar el impacto del trabajo voluntario que se está prestando. Para cumplir este objetivo es fundamental que las organizaciones sociales se conviertan en puentes entre las necesidades de las personas y la fuerza de trabajo voluntaria, maximizando el aporte. Pero también es imprescindible que las personas dispuestas a trabajar en favor de la comunidad tomen conciencia de que ser voluntario es una responsabilidad, no un pasatiempo. En otras palabras, una persona que forma parte de una cadena humana para pasar baldes de agua ayuda; pero lo que realmente se necesitan son bomberos: voluntarios que se han especializado en la difícil tarea de apagar incendios.

Las necesidades de los grupos más vulnerables requieren también de "otros" bomberos: personas que pongan al servicio del prójimo sus profesiones, especialidades, talentos u oficios, contribuyendo al bienestar común con aquello que mejor saben hacer, de forma de aportar con miras a la extinción definitiva del incendio, y no ayudando a controlarlo, con la esperanza de que pronto lleguen los bomberos.

Esto supone un fuerte desafío para la sociedad civil, que necesariamente deberá desarrollar las herramientas adecuadas que le permitan organizar eficazmente este potencial de trabajo con el fin de mantener viva la motivación de los voluntarios, canalizar eficientemente su colaboración y, en definitiva, aprovechar al máximo su significativo aporte social.

Ingresado por: Francisco Soto

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