Bernardo Kliksberg: Asesor Principal de la Dirección del PNUD/ONU para América Latina

Las recientes inundaciones en Dominicana generaron brotes epidémicos. 400 médicos jóvenes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo se movilizaron como voluntarios a los lugares más alejados y pobres para combatirlos. En el desastre en Pisco, Perú, los voluntarios de Cascos Blancos de la Argentina merecieron el reconocimiento colectivo, por su ayuda inmediata y eficaz.

"Educar por América" es el programa más buscado entre los egresados de pregrado de las más prestigiosas universidades de EEUU. Su oferta es trabajar dos años en las escuelas de las áreas más pobres enseñado a los niños más humildes. Las reclutadoras de talentos que van a esas universidades a llevarse a los mejores graduados, no pueden competir con el desafío ético que ofrece.

El voluntariado es, según la Universidad Johns Hopkins, la séptima economía del mundo. Sus aportes superan al Producto Interno Bruto de Italia, Brasil, Rusia, Canadá y España. En el año 2000, 10 millones de voluntarios vacunaron 550 millones de niños. Su contribución fue equivalente a 10.000 millones de dólares.

Los voluntarios generan bienes públicos gratuitos, pero además lo hacen con una calidad singular. Hay un compromiso espiritual y moral que los mueve, y actúan con rapidez, entrega, y eficiencia. La Asamblea General de la ONU declaró: "El voluntariado es un componente importante de toda estrategia para reducción de la pobreza, desarrollo sostenible, salud, desastres e integración social".

En América Latina el rol central en la lucha contra la pobreza que aflige a casi 200 millones de latinoamericanos lo tienen las políticas públicas. Son las principales responsables de asegurar a todos ellos agua, salud, educación, oportunidades. Pero el voluntariado puede ser un aliado formidable. La Organización Panamericana de la Salud basa su tan exitosa campaña anual de vacunación en voluntarios.

Una larga lista de organizaciones voluntarias, como: Un techo para Chile, Caritas Argentina, Fundación Senna del Brasil, Fe y Alegría nacida en Venezuela, y replicada en numerosos países, los ejemplares programas voluntarios de la Comunidad judía de Venezuela, Fundana y muchas otras, se han ganado el aprecio generalizado. Es sintomático que cuando se consulta a los latinoamericanos en encuestas qué institución tiene más credibilidad aparece primera: los bomberos, símbolo de trabajo voluntario, ayuda ya, riesgo de la propia vida.

En la región hay un inmenso potencial de voluntariado, pero es muy poco el apoyo real. Así sólo 15% del financiamiento de las ONG es público frente a más del 60% en Francia, Holanda e Israel, y 77% en Bélgica e Irlanda. En Holanda el 50% de los ingresos de la lotería van a las ONG.

Es necesario fortalecer al voluntariado que es asimismo una escuela de vida excepcional para educar a las nuevas generaciones. Martín Luther King explicó muy bien su misión. Señaló: "Cada uno puede ser grande, porque cada uno puede servir".

Asesor Principal de la Dirección del PNUD/ONU para América Latina
Kliksberg@aol.com

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