- ¿Cómo se forma y qué persigue la PVE?
- La PVE nació en 1986 para cubrir la necesidad de coordinar la promoción y difusión del voluntariado y agrupa a 81 organizaciones. Sus fines principales son promover, concienciar y sensibilizar a la sociedad, propiciar espacios de coordinación e intercambio, participamos en la elaboración de políticas y programas de voluntariado, somos un marco para la defensa de los intereses y de la independencia de las entidades de voluntariado
- El voluntariado, ¿debe ser una tarea puramente asistencial
- Es participación social, participación activa y sociedad civil, lo que contradice la idea puramente asistencialista. Los voluntarios tienen un campo de actuación muy grande en programas de atención directa a personas excluidas y en riesgo de exclusión, pero su trabajo va más allá de lo puramente asistencial. El voluntariado cree en un modelo social y en principios como la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad y la ciudadanía. Todo ello se transmite en sus acciones y entre estas encontramos que realizan tanto trabajos de sensibilización social, concienciación ciudadana y defensa de derechos, como programas de atención directa
- ¿Dónde empieza el voluntariado: en lo local, en lo personal, en lo internacional.?
- El voluntariado debe empezar en el ámbito personal, es el compromiso de una persona con su entorno. La segunda cuestión sería dónde comienza y termina este entorno de acción, aunque la respuesta debe ser que la acción voluntaria influye en los diferentes niveles de la sociedad. La persona voluntaria tiene un compromiso con la sociedad en su conjunto.
- ¿Cómo está afectando la crisis al voluntariado?
- No existen datos definitivos, pero se han publicado percepciones de ONG que constatan su incidencia. Se suele decir que la labor de las ONG y del voluntariado no tiene sentido sin problemas
- ¿Ha afectado a la financiación de las organizaciones?
- Lo que habría que preguntarse es si el modelo actual es válido. Hasta ahora se realiza con cargo a subvenciones públicas lo que implica que la inversión social va en retroceso en tiempos de crisis. Es necesario rediseñar los modelos de financiación, buscando un modelo de políticas sociales. El sector está trabajando en esta línea, aunque debe seguir profundizando a la hora de aunar esfuerzos y levantar la voz como representante de la sociedad civil. No obstante, me gustaría destacar un elemento importante de financiación y es que la mayoría de los programas que se desarrollan dentro de nuestras organizaciones están financiados por la recaudación de fines sociales de la declaración de la renta, IRPF, es decir los ciudadanos y ciudadanas deciden voluntariamente en su declaración de la renta anual que el 0,7% de su impuesto de IRPF vaya destinado a estos fines sociales, lo que muestra el firme compromiso de la sociedad civil. Actualmente, con cargo a esta financiación se están ejecutando más de 1.000 proyectos sociales, destinados a los colectivos más necesitados, y llevados a cabo por 378 ONG de acción social. A nivel de entidades locales e incluso autonómicas, sí que se ha dado un descenso de las subvenciones
- ¿Son los jóvenes lo suficientemente solidarios? ¿Hay relevo generacional
- En el 2010 se ha trabajado en el diagnóstico del voluntariado de acción social en España. Se hace una radiografía del sector voluntario y destaca que hay dos grandes y principales grupos de voluntarios según su edad, esto es los jóvenes menores de 35 y las personas mayores de 60. Las cifras son las siguientes: de las aproximadamente 800.000 personas voluntarias en España, el 42% son personas menores de 35 años, es decir, jóvenes, mientras que el 22% son mayores de 56 años. Estos datos nos dan una imagen de un voluntariado joven en España. Quizá el gran reto que tenemos desde la PVE y desde las organizaciones de voluntariado es la captación de nuevas personas que se incorporen a nuestra acción. Centrándonos y adaptándonos en nuestras formas de captación al perfil de las personas que más fácilmente se acercan a nosotros, y estas son, como vemos, las personas más jóvenes principalmente y las personas mayores en segundo término.
- ¿Están las legislaciones nacionales y europeas acopladas a la realidad actual?
- Lo importante de las leyes, entre otras cosas, es que legitiman hechos sociales o prácticas sociales. En 1996, la Ley de voluntariado puso en la realidad jurídica un fenómeno social que era ya una realidad desde hacía tiempo. El hecho de que el voluntariado se nombrara jurídicamente, materializa su existencia; a día de hoy, el movimiento voluntario, igual que el asociativo, ha crecido y ha cambiado y diversificado; quizá empiece a ser el momento para revisar esa ley y determinar qué tipos de voluntariado y qué incidencia política debe tener. Quizá sea el momento de plantearse que el voluntariado es una agente social al que hay que dotarle de pleno derecho.