Raquel Goig / Madrid
Juan Martínez Barea es el director de la Fundación Eduarda Justo, del Grupo Cosentino, una de las empresas de mayor crecimiento en España dedicada a la piedra natural y reconocida en todo el mundo. Nacida desde el punto de vista operativo el pasado verano, la fundación tiene como principal objetivo impulsar el desarrollo socioeconómico de la provincia de Almería. Para ello, otorga ayudas destinadas a estudiar en el extranjero, al tiempo que organiza un seminario anual para formar a futuros empresarios.
Recientemente, la Fundación lanzó un programa de becas internacionales de posgrado. ¿Cuál es su filosofía?
Nosotros pensamos que la base del futuro de cualquier país es la educación de su gente joven. Este es el motivo por el que tratamos de poner énfasis en la transmisión de valores empresariales mediante un programa de becas y unos seminarios gratuitos, donde intentamos identificar a los jóvenes con potencial para convertirse en líderes del futuro de esta zona de España.
¿En qué consisten estas becas?
El programa de Becas Internacionales de Postgrado otorga los recursos económicos necesarios para cursar programas Máster, fundamentalmente en dirección de empresas (MBA), en las más prestigiosas universidades y escuelas de negocio del mundo, como Harvard, Stanford, MIT, Insead e IESE.
¿Qué objetivo persigue la celebración del seminario ‘Líderes del futuro de Almería’?
Se trata de facilitar el acceso de universitarios de últimos cursos de carreras superiores y jóvenes profesionales a un marco en el que podrán analizar casos reales de empresas, participar en conferencias y debatir sobre temas como innovación, visión internacional y liderazgo.
¿Por qué es importante que existan fundaciones como ésta?
En mi opinión, son la vía a través de la que las grandes empresas pueden devolver a la sociedad una parte de lo que ésta les da. Pensamos que las actividades que desarrollan estas instituciones transmiten un espíritu empresarial diferente al que pueden comunicar, por ejemplo, los organismos públicos. Al ser organizaciones sin ánimo de lucro, su actividad beneficia a jóvenes de cualquier condición social y económica.
¿Son insuficientes?
Sigue habiendo espacio para más fundaciones que ayuden al desarrollo económico desde su ámbito de actuación, si bien su presencia en la sociedad es cada vez mayor.
¿Qué papel juegan hoy las organizaciones sin ánimo de lucro?
Constituyen un sector que crecerá y creará oportunidades de trabajo para gente que posee la inquietud de fomentar el desarrollo económico de su país o región. Es un nuevo espacio para jóvenes que podrán trabajar en el llamado "tercer sector", que no es ni el de las empresas públicas ni el de las privadas. Cada vez habrá más oportunidades de desarrollo profesional en este ámbito, lo que exigirá, en primer lugar, una formación y una experiencia en el mundo de la empresa para aplicar, después, dichos conocimientos al ámbito no lucrativo.
