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Abelardo de la Rosa | |
Ligado a las organizaciones del Tercer Sector y del Voluntariado en
Andalucía, ha sido Presidente de la Liga Giennense de la Educación y la
Cultura Popular y Presidente de la Red Provincial de Voluntariado “Lienzos”, Federación de entidades de acción social y voluntariado en la provincia de Jaén.
Actualmente desarrolla su actividad voluntaria en el Centro de
Recursos para el Voluntariado y las Asociaciones de la Provincia de
Jaén.
¿Qué es el voluntariado sostenible?
Frente a los conceptos tradicionales y a las visiones clásicas del
voluntariado como hecho institucional y centrado en los servicios
meramente asistenciales, el voluntariado sostenible apunta hacia una
nueva concepción de la acción social desde los fundamentos de la
solidaridad crítica.
El concepto de sostenibilidad aplicado al voluntariado actual se
relaciona con el abandono progresivo de prácticas de mantenimiento de
estructuras sociales insostenibles, es decir, aquellas que generan
injusticia, desigualdad y discriminación, y vinculándose a compromisos
de transformación social y favoreciendo un nuevo paradigma de bienestar
social comunitario.
¿En tu ponencia vas a exponer críticas, ¿puedes anticiparnos una de ellas?
Uno de los retos del nuevo voluntariado para la nueva sociedad en
transformación es la conversión de un tipo de voluntariado que fomenta
pasividad (tanto de los agentes de intervención como de las personas
destinatarias de las acciones voluntarias), hacia otra clase de
voluntariado que fomenta la participación social efectiva, en los
planos individual y colectivo.
Por otra parte, podría ser conveniente profundizar en el debate del
papel político del voluntariado, en el sentido del aprovechamiento del
potencial de las organizaciones de voluntariado en su dimensión de
grupos de presión para la orientación de las políticas públicas hacia
la igualdad real.
Cuéntanos alguno de los criterios que vas a proponer para orientarnos hacia ese voluntariado sostenible.
La mayoría de los criterios que definirán el voluntariado sostenible
están aún en construcción y en contraste y adaptación a las mutaciones
sociales que se están produciendo en estos momentos. Sin embargo, la
orientación sostenible y, por tanto, crítica del voluntariado tendrá
que ver, sin duda, con el compromiso de las organizaciones de
voluntariado que se sitúan en el marco de la solidaridad crítica con la
difusión del conocimiento y del ejercicio de los derechos cívicos y
sociales.
Es decir, ya no puede bastar solamente con la atención a los estados
de carencia o de precariedad social, sino que es preciso actuar
intencionalmente, políticamente, animando y favoreciendo el ejercicio
de estos derechos en las personas y los grupos a los que
tradicionalmente se les ha venido ocultando su existencia y negando su
práctica.
El voluntariado sostenible para una nueva sostenibilidad social
deberá ejercer, por tanto, una función pedagógica ligada al impulso de
políticas públicas democráticas y realmente igualitarias.
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