Bizkaia - El voluntariado crece por debajo de las necesidades
Fecha: 02.01.2008 | Fuente: elcorreodigital.com
Uno de cada diez vizcaínos colabora con alguna asociación sin ánimo de lucro. Parecen muchos, «pero no lo son», subraya Bolunta
COMPAÑÍA. Guadalupe se aferra a la muleta y al brazo de Alfonso para caminar. / FOTOS: MITXEL ATRIO  
El voluntariado en Vizcaya se ha estancado. No hay más que echar un vistazo a las cifras que manejan las organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en el territorio, y que realizan su trabajo gracias a la labor desinteresada de muchos ciudadanos, para darse cuenta del desfase. Según los datos de la agencia para el voluntariado y las asociaciones, Bolunta, casi el 10% de la población vizcaína colabora de alguna forma con estas entidades. Aunque a simple vista que uno de cada diez vizcaínos sea voluntario pueda parecer un lujo, no lo es.

«La realidad es que la gente se implica, pero no al ritmo que crecen las necesidades», reconoce un portavoz de Bolunta. Atrás han quedado las «décadas doradas de los 80 y 90». Entonces, «la gente se implicaba más en causas, había más "abanderados", ahora se quieren ver los resultados ya, el que colabora económicamente desea ver que su dinero da lugar a algo concreto. Es fruto del cambio social, del individualismo», describen desde este organismo creado en 2001 por la Diputación, la BBK y la Fundación EDE.

A este cambio de mentalidad al que se refieren en Bolunta se une otro hecho. «Antes las necesidades eran menores porque la gente no era consciente de sus derechos. Ahora cada vez hay más colectivos que necesitan colaboración desinteresada».

Como los sesenta que trabajan en el ámbito de la discapacidad, que se nutren de un grupo de 1.500 «voluntarios estables». Son la base que sustenta y hace posible la labor de estas organizaciones. Gracias a ellos se pueden desarrollar programas de ocio y tiempo libre y labores de acompañamiento. «Es un voluntariado bastante firme en su dedicación y consolidado en número de participantes», describen desde la agencia, donde también han observado que el perfil del voluntario es «una mujer joven y estudiante».

El preocupante parón en la entrada de nuevos colaboradores coloca a las ONG ante una difícil tesitura, que les ha obligado a «diversificar las formas de participación abriéndola a perfiles más amplios». Fruto de esta nueva estrategia de captación, se puso en marcha a finales del pasado mes de septiembre la campaña "Junto a ti", que busca atraer al voluntariado al campo de la discapacidad. Después se idearán nuevas campañas en favor de las asociaciones de mujeres, de los inmigrantes, de los jóvenes...

Por el momento, la labor de la agencia, ubicada en la calle Ronda, va dando sus resultados. A sus instalaciones llegan cada día nuevos voluntarios. «Hablamos con ellos, vemos lo que quieren y dónde pueden encajar mejor y, una vez que ya están colaborando, les hacemos un seguimiento para que, en el caso de que no encajen, reorientarlos a otra asociación», detallan. Pero su labor es bidireccional, ya que cada vez son más las organizaciones sin ánimo de lucro que acuden a Bolunta en busca de nuevos "ayudantes", o para pedirles prestadas sus instalaciones para llevar a cabo conferencias, cursos o cualquier otro tipo de actividad. Lo que es un síntoma de que, aunque las cifras se estanquen y estemos «en un tiempo de cambio» el movimiento asociacionista sabrá adaptarse, «como siempre ha hecho».

El proyecto de Ganbara

La sede de Bolunta de la calle Ronda se ha convertido en algo así como el campamento base del voluntariado. Porque ellos también necesitan que se les eche una mano. En 2005 Bolunta puso en marcha uno de sus proyectos más ambiciosos: Ganbara, un espacio exclusivo para las asociaciones que comienzan a dar sus primeros pasos en Vizcaya.

Algo así como un vivero de agrupaciones con fines sociales. En los locales del Casco Viejo de Bilbao, los grupos que acaban de constituirse encuentran no sólo un punto de referencia y donde reunirse, sino también la infraestructura y los recursos técnicos necesarios para empezar a armar el esqueleto de su actividad.

Despachos, ordenadores, salas de reuniones y la posibilidad de intercambiar experiencias con otras asociaciones y con el equipo humano que compone Bolunta. La oferta es tan atractiva que muchos de los despachos de que dispone Ganbara ya están ocupados. «Ahora mismo hay quince asociaciones y en breve entrarán más», anuncia un portavoz de Bolunta. Para ingresar en este vivero hay que pasar varios filtros, pero cada día «se reciben nuevas llamadas de asociaciones interesadas en participar».

Más información: www.bolunta.org

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