«No somos agencias de empleo de la solidaridad, ni bancos de cooperantes»
Fecha: 28.10.2004 | Fuente: elcorreodigital.com
Las agencias del voluntariado son un puente entre las entidadades sociales y el colaborador
Integrantes de la Cruz Roja ayudan a un inmigrante ilegal a desembarcar tras cruzar el Estrecho. / EFE  
«No somos tmpresas de trabajo temporal de la solidaridad o bancos de colaboradores, no queremos ser un espacio en el que aglutinar a estas personas hasta que se demande su apoyo. Las propias ONG han de ser capaces de captar recursos humanos; nosotros tan sólo les proporcionamos herramientas». Silvia Dobarganes y Auxi Gil son responsables de dos agencias de voluntariado, una fórmula de reciente creación que asesora a entidades no lucrativas dotadas de una finalidad social y a personas con ánimo solidario que precisan consejo para hacerlo efectivo. «No realizamos una intermediación, nos dedicamos esencialmente a formar a unos y otros», aclaran.

Silvia es responsable del Servicio de Voluntariado y Participación Social de la Comunidad de Madrid y Auxi se encarga del Punt del Voluntariat de Sabadell, una oficina de rango municipal. Aunque el régimen es diferente, la función resulta similar y ambas participan en el cuarto encuentro de este tipo de organizaciones; una cita que este año tiene lugar en Bilbao bajo el patrocinio de "bolunta", entidad de carácter provincial con el mismo fin: «Ayudar, porque una ONG surge de la agrupación de ciudadanos con un fin y no tienen por qué saber llegar a la población o carecen de recurso».

Espejo de la sociedad

A ese respecto, aseguran que las agencias se convierten en espejos donde reflejar carencias y puntos débiles. «Y, asimismo, somos un puente hacia esa sociedad que puede desconocer esas carencias». Frente a los ciudadanos con un deseo de participar, constituyen un lugar en el que se proporciona consejo. «La gente puede tener una vaga idea de lo que quiere. Nosotros les decimos cómo y en qué asociación pueden encajar», explica Auxi. «Así se evita hacer un "jacobeo" por multitud de lugares».

No creen que el voluntariado sea un fenómeno que se encuentre en franca recesión, tal y como se apunta, sino que la proliferación de asociaciones desnivela la relación entre la demanda de ayuda y la generosa oferta de colaboración. «Además, también hay que tener en cuenta los diferentes perfiles que se pueden dar», apunta. Auxi. «Cualquiera no vale para trabajar con personas sin techo o drogodependientes; se necesitan unas tablas de las que, quizás, el recién iniciado carezca».

La atención a menores e inmigrantes son las áreas más demandadas. «Pero porque cualquiera sabe que se puede echar una mano y la llegada de extranjeros y su precariedad es obvia». También en los últimos años se ha producido una gran curiosidad por la cooperación al desarrollo. «En muchos casos, se ve como una experiencia más, siempre enriquecedora, ya sea para un mes o para un par de años, pero raramente como una alternativa profesional».

Romper clichés

Las campañas de sensibilización intentan romper con el cliché del voluntario como un joven emprendedor y valeroso. «En Cataluña se ha promovido la sensibilización en los ámbitos de tercera edad, porque disponen de tiempo para asumir compromisos», explican.

En cualquier caso, las agencias no hacen distingos de edad ni educación. «No todo el mundo puede hacer de todo, pero todo el mundo sirve para alguna cosa».

También lamentan que se hayan difundido falsas creencias en torno a sus condiciones. «Se ha vendido como un esfuerzo duro, paternalista, un verdadero sacrificio», denuncian. «Pero se puede actuar en primera línea o de soporte, incluso desde casa a través del ordenador. Seguro que, si se quiere, existe un puesto en el que situarse».

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