El voluntariado es uno de los pilares más firmes en los que se apoyan las organizaciones solidarias. De ellos se nutre la Cruz Roja para su labor asistencial, que el año pasado repercutió en 40.000 vizcaíno, que se beneficiaron de los programas de ayuda de la entidad o fueron socorridos en situaciones de emergencias -se realizaron más de 25.000 servicios-. Pero para poder llegar a los estratos sociales más necesitados y a las urgencias hacen falta muchas manos. En Cruz Roja son cada vez más las que se prestan voluntarias. Su red actual de voluntariado la integran 6.088 personas, una cifra histórica. Más de 300 se han incorporado este último año, que ha sido, «muy positivo», en palabras del presidente provincial de Cruz Roja, Daniel López Carrera.
El reto más inmediato de la organización pasa por mantener estas cifras y ampliar las prestaciones allá donde no llegan, especialmente a las poblaciones pequeñas. «En muchos pueblos todavía no están implantados nuestros programas», reconoció Manuel Calvo, coordinador en Vizcaya.
Además de expandir su radio de acción a todos los rincones de la provincia, Cruz Roja mantendrá la labor que presta en las playas, en emergencias, la ayuda en carretera y la atención a los colectivos de la población más susceptibles de requerirla. Niños, mayores, inmigrantes -en 2007 se han atendido a 21 personas provenientes de Canarias, Ceuta y Melilla-, personas con discapacidad o mujeres víctimas de malos tratos, un programa este último al que están asociadas siete grandes localidades y que el pasado año se ha visto reforzado con la incorporación del área de Las Encartaciones. También cuentan con programas que favorecen la inserción de la población reclusa y de los enfermos hospitalizados.
Más ayudas
A todas estas tareas dedican su tiempo los más de 6.000 voluntarios, que mueven el engranaje de una institución en la que están involucradas muchas miles de personas más en el territorio. Cuentan con un total de 14.196 socios que realizan aportaciones económicas periódicas -en el último año las ayudas experimentaron un incremento del 22%-. A pesar del abultado número de donaciones, apenas sufragan el 10% de las necesidades de la Cruz Roja, que gastó más de 7 millones de euros el último año. En el capítulo de ingresos, además de estas aportaciones, figuran las partidas que los ayuntamientos, el Gobierno vasco e instituciones estatales destinan a la organización por la prestación de servicios -cubren la mitad de los gastos-, subvenciones y aportaciones privadas.
Otra de las fuentes de ingreso son las inyecciones puntuales como las del Sorteo del Oro, que se celebrará el 17 de julio en Vitoria. El primer premio serán 130 kilos de oro que equivalen al cambio a unos 2,7 millones de euros. «Es un gasto pequeño que puede servir de mucho, sobre todo, para las personas que atendemos», recordó Patricia Aginaco, secretaria de Cruz Roja Vizcaya.
