Anabel Cruz es presidenta del Instituto de Comunicación y Desarrollo (ICD) de Uruguay y presidenta de Civicus

Y agrega: “Las redes, asociaciones y federaciones de ONGs dan mayor visibilidad, legitiman y pueden luchar por intereses comunes al sector”.

Cruz  considera que su flamante cargo “es una oportunidad y un reconocimiento para América Latina. Hay que tener presente que es mínima la cantidad de socios de esta parte del continente en Civicus. Es una ventana para llevar nuestro continente al mundo y para traer a este foro mundial a la región. Porque como región estamos muy aislados, fuera del mapa de la cooperación internacional. Las prioridades son otras a nivel mundial, por razones serias como las guerras y los desastres naturales.

-¿Qué puede ofrecer América Latina al foro Civicus?

-Puede dar una serie de visiones y saberes que son propios de nuestra región, desde capacitación hasta cooperación técnica, ya que tenemos miles de organizaciones y una historia de movilización social muy importante. Podemos ayudar a otras regiones. Civicus es un foro de aprendizaje y América Latina puede aprender y enseñar.

-¿Cuál será su política?

-Yo me propongo llevar Civicus a las organizaciones chicas y grandes, a las comunidades. Facilitar los mecanismos de comunicación, establecer foros de intercambio, tratar de conseguir más becas para que los latinoamericanos puedan participar de la asamblea mundial anual.

Anabel Cruz es presidenta del Instituto de Comunicación y Desarrollo (ICD) de Uruguay una ONG que  nació con el retorno de la democracia “con la intención de generar, a través de la información y de la comunicación, mayor participación ciudadana”.

-Según el trabajo realizado en Argentina siguiendo los índices Civicus de sociedad civil, una de las debilidades de la organizaciones tienen que ver con la comunicación...

-La debilidad de no saber comunicar. Pensamos que las organizaciones somos buenas, altruistas y que nos tienen que creer sólo por la misión que realizamos. Pero no hay que ser, también hay que parecer. Hay que rendir cuentas. No pasa sólo por dar el informe al donante sobre cómo utilicé el dinero, sino que se trata de hacer ver a la gente lo que se hace,  y  para eso hay que saber comunicar, evaluar resultados y el impacto de las acciones.

-¿Por donde cree que pasa la participación ciudadana en nuestra región?

-Todo el espectro de políticas sociales está en gran medida en manos de las organizaciones ciudadanas. Lo que veo, y lo he notado sobre todo en Argentina, es que está muy fragmentado el sector. No hay organizaciones poderosas de segundo grado que puedan legitimar al tercer sector. Me parece que es un problema y espero que  Civicus como plataforma mundial pueda colaborar.

Cruz se refiere a que en Uruguay existe la Asociación Nacional de ONGs; en Chile Acción; en Colombia la Coordinadora CCOMG; en Nicaragua Coordinadora Civil, pero “en Argentina no hay un reconocimiento al espacio común y creo que hay mucha gente que puede colaborar para que no sea una suma de organizaciones, hay que ir por más”.

-¿Que las organizaciones trabajen en conjunto amplifica y refuerza el trabajo social?

-Las redes, asociaciones y federaciones de ONGs dan mayor visibilidad, legitiman y pueden luchar por intereses comunes al sector.

Reunión de organizaciones argentinas

URLs relacionadas