El voluntariado es "treintañera"
Fecha: 06.02.2012 | Fuente: www.elcorreodeburgos.com
La edad media de las personas que buscan entregar su tiempo cae de 35 a 29 en un año. De 242 en 2011, el 67% es mujer y el 40% tiene formación universitaria.
Mujer riendose.  

Mujer, joven, al borde de los treinta, con formación universitaria e interés por echar una mano, claro. Ese es a grandes rasgos el perfil tipo del voluntario burgalés. Así al menos lo perciben en la Oficina de Atención al Voluntariado (OAV) que en 2011 recibía 242 solicitudes de personas empeñadas en entregar su tiempo a los demás. Además, 52 entidades se ponían en contacto con este servicio para demandar voluntarios.

Según los datos facilitados ayer por la edil responsable de este ámbito, María José Abajo, y la representante de la entidad de orientación que comenzó su andadura en 2007, Idoia Larrea, casi siete de cada diez personas que acuden a su sede, ubicada en el centro cívico San Agustín, son féminas, «el 40% ha cursado estudios universitarios y el 36%, bachillerato o ciclos formativos», detalló Abajo.

Llama la atención la juventud de los usuarios de este servicio. Sobre todo porque en un año la edad media pasaba de 35 a 29,5. «No tenemos estadísticas detalladas pero sabemos que en 2005 el perfil era muy distinto. Entonces, la mayoría de voluntarios eran hombres con más de 60 años», explicó Larrea.

No es el único cambio. También las áreas de intervención más demandadas han variado. En 2011 la discapacidad "atraía" al 27% de los que manifestaban su deseo de ser voluntarios. El 24% quería trabajar con inmigrantes, un 17,5% en entidades relacionadas con la enfermedad y un 11% en el ámbito de la infancia y la juventud. Este último era «tradicionalmente el más solicitado», precisó Larrea. Ahora apenas uno de cada diez voluntarios lo escogen. No obstante, el área de la tercera edad se mantiene como la menos demandada.

En este sentido, la responsable de la Oficina de Atención al Voluntariado incidió en la constante evolución del contexto social y la repercusión que este hecho tiene en el voluntariado. «Se presentan nuevo retos y debemos estar preparados», reconoció. Al respecto, Larrea avanzó que en 2012 tienen previsto impulsar la formación tanto básica como específica, a través de varios cursos.

Y esa es, en concreto, una de las líneas estratégicas que la entidad se ha marcado para el año que acaba de comenzar. Además quieren «aumentar la visibilidad de su labor, incrementar su presencia en las redes sociales, sensibilizar a la población juvenil sobre la importancia de la acción voluntaria, evitar la duplicidad de servicios en colaboración con Voluntared y la Plataforma de Voluntariado y conocer la evolución de la Responsabilidad Social Corporativa de las empresas en relación con el voluntariado».

En materia de sensibilización, Abajo destacó la función educativa que hasta el momento ha desempeñado esta organización que se mantiene gracias a un convenio -por importe de 27.198 euros- entre el Ayuntamiento y la Escuela Diocesana de Educadores de Juventud. En 2011, a través de La ciudad también enseña, 1.253 alumnos participaron en las actividades de educación para la acción voluntaria. «Ha supuesto un incremento del 60% respecto a la edición anterior. Llegamos a 16 centros», señaló Idoia Larrea. En sus previsiones de 2012 incluyen alcanzar de nuevo el millar de alumnos.

Menores infractores

Al ámbito de promoción del voluntariado se suma también este año una colaboración que, según anunció la responsable de la entidad, se detallará la próxima semana. Con todo, Larrea avanzó que se trata de un proyecto en colaboración con la Fiscalía de Menores para que los jóvenes infractores realicen tareas socioeducativas extrajudiciales.

Por otra parte, en la presentación del balance de actividad de 2011 no faltó la referencia a las declaraciones efectuadas por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que invitaba a suplir puestos de trabajo con voluntarios. «No es nuevo, siempre es una tentación y más en época de crisis pero ni los colectivos están dispuestos a suplir empleos que deben remunerarse, ni cumple con la normativa y ni con el código ético del voluntariado», sentenció Larrea.