La perspectiva de género, reto pendiente de las ONG del norte
Fecha: 04.10.2006 | Fuente: canalsolidario.org
La Federación Catalana de ONGD publica un informe sobre la existencia de la perspectiva de género en el trabajo interno y externo de las organizaciones. Conclusiones: los modelos de desigualdad se repiten y es necesario aprender del Sur
Portada del Informe  

Silvia Torralba / Redacción (02/10/2006) “Durante muchos años las ONG hemos intentado aplicar el enfoque de género en las contrapartes del Sur, pero se trata de una manera de hacer incoherente porque estamos pidiendo algo que realmente no aplicamos nosotros mismos.”

Quien hace esta autocrítica es Josefina Manzano, vocal de género de la Junta de la
Federación Catalana de ONGD. Esta entidad acaba de publicar un informe que analiza si las ONG tienen interiorizada la perspectiva de género en su trabajo interno y externo, y los datos son muy reveladores.

“Sólo un 17% de las organizaciones tiene desarrollada una política de género” y muy pocas cuentan con un grupo de género dentro de la propia entidad y de presupuestos específicos para esta cuestión, explica Laia Franco, coautora del estudio junto a Clara Bastardes.

En la actualidad, en las entidades trabajan un 55% de mujeres y un 45% de hombres, cifra que se repite en la sociedad catalana.

El problema es que las tareas repartidas entre ambos sexos y la posición que éstos ocupan en los organigramas de las ONG también reflejan una desigualdad de condiciones entre hombres y mujeres.

Así, las mujeres que trabajan en entidades sociales ocupan sobre todo puestos relacionados con la coordinación general, cooperación, la gestión del voluntariado, administración, contabilidad, secretaría y comunicación. Las funciones de los hombres se centran en coordinación o dirección, educación, sensibilización y cooperación.

A esto se añade el hecho de que “el 21,5% del personal contratado en las ONGD son mujeres con jornadas laborales de 20 horas o menos, y es significativo que este grupo esté constituido por madres o chicas jóvenes en permanente formación”, añade Clara Bastardes, que explica que aunque de esta manera las mujeres pueden conciliar vida laboral y familiar, desde una perspectiva de género tienen menos derechos, como prestaciones sociales y sueldos más bajos.

En los puestos de dirección de las ONGD, en cambio, existe una “paridad” entre hombres y mujeres, pero hay que tener en cuenta que muchas de las entidades analizadas y que están dirigidas por mujeres tienen una delegación en Cataluña y no la sede central. Además, “aunque exista paridad, las cifras no reflejan la realidad de lo que pasa en las bases y la feminización de las ONG”, añade Laia Franco.

Aprender del Sur

Una de las autocríticas que se desprenden del informe es, precisamente, que a pesar de la situación de desigualdad de género que se vive en las organizaciones del norte, desde hace años éstas exigen a sus contrapartes en el sur políticas y actividades con enfoque de género. Asimismo, casi siempre “suelen asociar género sólo al aspecto técnico en gestión de proyectos de cooperación, sin tener en cuenta el aspecto más teórico y práctico”, apunta el documento.

En este contexto, explica Laia Franco, es necesario mirar hacia las contrapartes porque muchas de ellas trabajan desde hace años con una visión de género, “con una conciencia política y de mujer”. De esa manera, afirma el estudio, “las desigualdades de género no son un problema de las sociedades del Sur, sino que en nuestras sociedades y ONG también hay desigualdades”. Por eso, añade, “hay que modificar también la visión victimista de las mujeres del sur y superar el diseño de proyectos asistencialistas”.

Recomendaciones

Para realizar este estudio, las autoras Clara Bastardes y Laia Franco han analizado durante dos años la realidad de 48 ONGD adheridas a la Federación Catalana de ONGD. En concreto, se han fijado en el ideario de las ONG y su concepción de desarrollo, en si tienen en marcha políticas de género y presupuestos específicos y en cuestiones como la conciliación familiar, los horarios y sueldos y la formación en género.

De este análisis concluyen que, en general, las ONG de desarrollo deben profundizar en la perspectiva de género a nivel político, estructural y cultural, a través de planes de trabajo y presupuestos específicos.

Redefinir los procesos internos y las políticas laborales, crear una Unidad de Género, aprovechar el conocimiento de las ONG del Sur y formar a técnicos, voluntarios y directivos de las entidades son otras de las recomendaciones recogidas por el informe.

Para facilitar este trabajo, y tras la publicación del estudio, la Federación Catalana de ONGD ha puesto en marcha una segunda fase en la que, mediante cursos, debates y talleres, las ONG puedan adquirir conceptos y discutir sobre cómo incorporar la perspectiva de género en su labor.

Todo ello, concluye el presidente de la FCONGD, Eduard Soler, para que “cada vez seamos más capaces de autodiagnosticarnos para mejorar la calidad de nuestras organizaciones”.


Más información:
Si estás interesado en el documento ‘Estudio-Diagnóstico: la perspectiva de género en el trabajo de las ONGD catalanas’ contacta con la
Federación Catalana de ONGD. La entidad tiene el informe en su página web.

La
Coordinadora de ONGD de Euskadi publicó en el año 2000 un estudio sobre la incorporación de la perspectiva de género en las organizaciones de desarrollo de esta región

Canal Solidario-OneWorld 2006

Documento completo:

http://www.pangea.org/fcongd/DOCUMENTOS/Diagn-FCONGD-[ES].pdf

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