¿Qué retos se ha fijado Cruz Roja Española para el próximo año?
Uno de los principales objetivos es mejorar la organización y la gestión de la entidad, captar fondos propios a través de los socios y, sobre todo, consolidar la acción voluntaria con nuevos segmentos de la sociedad civil, no sólo los jóvenes. A nivel local, por ejemplo, se percibe una cierta orfandad de actividades por el progresivo abandono de las acciones sanitarias, por eso queremos que la población se implique en nuevos proyectos relacionados con la asistencia a la tercera edad, el apoyo a drogodependientes y afectados de VIH/Sida.
De hecho, uno de nuestros mayores retos es incrementar las actividades de ámbito social, relacionadas con la inmigración, la violencia doméstica o los menores en situación de riesgo. En esta línea, durante 2004 pondremos especial énfasis en el llamado Plan de Empleo para colectivos vulnerables, ya que en la actualidad uno de los requisitos básicos para insertarse en la sociedad es tener un trabajo.

Antes hablaba del voluntariado. En esta línea, ¿cree que la gete está cada vez más interesada en participar en organizaciones como Cruz Roja o que sólo de trata de algo pasajero?
Hoy más que nunca la gente quiere hacer cosas; en nuestra entidad, por ejemplo, cada vez hay más voluntarios y socios. Es verdad que la mayoría es gente joven, atraída por nuestros programas relacionados con el medio ambiente, la salud y la educación para la paz. Pero no podemos olvidar otros potenciales, como las personas de la tercera edad, gente con experiencia, y el profesional medio.

Creo que en general a las organizaciones sociales nos falta capacidad para integrar al voluntariado y no somos capaces de asumir todo su potencial. Debemos formarlo, mimarlo y mantener un contacto de enriquecimiento mútuo. Para conseguirlo y ganar la credibilidad de la sociedad, además, las organizaciones debemos rendir cuentas y ser transparentes, demostrar nuestra buena gestión de manera urgente a la sociedad.

A nivel internacional, ¿que proyectos prevé Cruz Roja Española para 2004?
Como Cruz Roja Española estaremos en 70 países, sobre todo en América Latina y el Caribe, aunque ya empezamos a estar presentes en Oriente Medio y Asia, con programas de fortalecimiento institucional. Nuestro propósito es no sólo donar ayuda, sino transferir conocimientos y tecnología para que sean autosuficientes. Como parte de la Federación Internacional, en cambio, participaremos en programas de prevención de riesgos y desastres y de reconstrucción, así como en iniciativas de prevención de enfermedades como el VIH/Sida.

Desde su experiencia ¿qué región cree que es más sensible a sufrir una crisis humanitaria los próximos meses?
La pobreza, el hambre, el Sida, la tuberculosis y la malaria han disminuido la esperanza de vida en algunos países en la última década, sobre todo en el sur de África. En el continente africano sólo el Sida va a causar más muertos en diez años que todas las guerras y desastres naturales juntos en cincuenta años.

Sin embargo, los gobiernos prefieren invertir en defensa y seguridad...
Los países no sólo se están equivocando en ese sentido, sino que además politizan su ayuda internacional, la envían a aquellos lugares donde hay un mayor interés político, estratégico y económico y no a las regiones que más necesidad tienen.

¿Esto también ocurre en el caso de la cooperación oficial española?
Nuestra cercanía cultural con América Latina hace que la ayuda española se focalice hacia esta región, pero la verdad es que ha habido una mejora en la diversificación de la ayuda hacia otros países con necesidades.

RELACIÓN CON EL MUNDO EMPRESARIAL

Por otro lado, ¿qué opinión le merece la cada vez mayor relación entre ONG y empresas?
Creo que las empresas deben evolucionar e incorporar los valores de la solidaridad, como incorporan otros aspectos económicos. Realmente, cada vez hay una mayor colaboración entre las organizaciones y el mundo empresarial; ambos han de evolucionar, las empresas hacia valores más solidarios y las organizaciones hacia una mayor transparencia. Para que funcione, el nuevo sistema debe basarse en la confianza y la tranparencia mútua.

Más información:

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