Los avances tecnológicos, técnicos y sociales, han ampliado las situaciones de exclusión social, que constituyen un agravio a la dignidad, así como una vulneración de los derechos humanos básicos. La dimensión cobrada por la situación actual reconduce a nuevas vías para erradicar la discriminación social: de la asistencia médica y la caridad, hemos pasado a un modelo social basado en los Derechos Humanos y en la igualdad de oportunidades. También se ha fortalecido la Economía Social o Tercer Sector. La responsabilidad social se manfiesta asimismo en las empresas. Todos compartimos la responsabilidad de crear un mundo sin exclusión. Una tarea en cuyo diálogo social han de participar ONGs, Empresarios, Sindicatos, Administraciones Públicas, Pensadores, Investigadores y Universitarios y Opinión Pública
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