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| Bernardo Kliksberg: Potenciar el voluntariado |
| Fecha: 08.04.2010 |
Fuente: eluniversal.com |
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| Bernardo Kliksberg, Vicepresidente de la Red Iberoamericana de Voluntariado Universitario:Apoyar el voluntariado es potenciar una fuerza para la lucha por sociedades mejores
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| Bernardo Kliksberg, vicepresidente de la Red Iberoamericana de Voluntariado Universitario | |
Las organizaciones voluntarias, se han convertido en la séptima
economía del planeta. El producto bruto que generan en ayuda a los
demás, sólo es superado por EEUU, Japón, China, Alemania, Inglaterra y
Francia. Las políticas públicas son las principales responsables en
sociedades democráticas de asegurar los derechos de todos los
ciudadanos a alimentación, salud, educación, y trabajo, pero los
voluntarios pueden ser un aliado formidable. Declaró la Asamblea
General de la ONU "El voluntariado es un componente importante de toda
estrategia encaminada a ocuparse de... la reducción de la pobreza, el
desarrollo sostenible, la salud, la prevención y gestión de los
desastres, la integración social, y en particular la superación de la
exclusión social y la discriminación".
En América Latina con 190 millones de pobres, 16% de niños con
desnutrición crónica, 25% de jóvenes fuera del sistema educativo, y del
mercado de trabajo, una red enorme y en crecimiento de ONGs es un firme
apoyo de los desamparados, y muchas veces es utilizada por la política
pública para ejecutar sus programas por su confiabilidad, eficiencia y
compromiso.
Estudios científicos recientes indican que el voluntariado moviliza algunas de las mejores calidades innatas del ser humano.
Muestran que los bebés tienen una tendencia natural a ayudar, al
altruismo. Biólogos prominentes como de Vaal muestran que "estamos
preprogramados para acercarnos a los otros", y que la "empatía es una
respuesta automática". Los niños desde pequeños tienen la sensación de
que todos deben ser tratados con equidad. Hay un sentido innato del
deber. Se admira a quien se sacrifica por el grupo. Por otra parte como
lo sugiere Angier "las personas cooperan porque lo disfrutan".
El altruismo no es automático. Lo que se haga en la formación ética, y
espiritual, la educación, la cultura, las prácticas de solidaridad, es
clave para movilizarlo. Tiene en contra todos los estímulos hacia el
materialismo, individualismo, y la insolidaridad presentes en las
sociedades actuales.
Asumir el altruismo requiere tiempo para que operen los estímulos
positivos. Investigadores australianos hicieron un estudio sobre la
reacción de los pasajeros y de la tripulación en el Titanic que tomó
tres horas en hundirse, con otro barco de la época el Lusitania, que,
se hundió en sólo 18 minutos. Tenían similar tamaño, tipos de
pasajeros, y tuvieron casi el mismo número de sobrevivientes. Pero hubo
diferencias entre quienes sobrevivieron. En el Lusitania fueron
jóvenes, hombres fuertes. En el Titanic las mujeres tuvieron un 53% más
de supervivencia que los hombres, y los chicos un 15% más que los
adultos. La conclusión es que cuando el tiempo es muy limitado pueden
primar los instintos de supervivencia, pero si hay más tiempo funciona
el altruismo y las interacciones sociales. Apoyar el voluntariado es
estar potenciando una fuerza de gran valor para la lucha por sociedades
mejores, pero al mismo tiempo su sola práctica significa potenciar, y
poner en plena marcha estas raíces de altruismo con las que el ser
humano ha sido privilegiado.
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